Visita la procesión  cívica en Frómista

El Ole es una procesión de índole cívica que se celebra para conmemorar la llegada de las reliquias de San Telmo, patrón de Frómista a la localidad en 1741. El recorrido  tiene como salida y llegada la iglesia de San Pedro y su único estandarte religioso es el conocido como “Vitor”, cruz de madera con la figura del santo.

Los participantes en la visita a Frómista  en la procesión,  deben estar siempre mirando el Vitor, que a su vez es el único que puede moverse hacia delante, por lo que la procesión se va bailando hacia atrás y siempre acompañados de música. Cada cierto período de tiempo  y sin que esté controlado de manera previa, se para con el sentido de realizar  entre todos un “corro” y cantar canciones populares de la región.

Los participantes llevan consigo cachabas (bastones de ancianos) y derivados con los que vitorear los diferentes cánticos que se practican.

Estos artilugios tienen su origen en los útiles agrícolas que usaban los primeros fromisteños que recibieron las reliquias y que lanzaron al vuelo aquello que más tenían a mano.

La procesión comienza  a las diez de la noche del domingo siguiente al domingo de resurrección y merece mucho la visita en este dia tan especial. No tiene duración estimada, pero suele ser alrededor de  las 4 horas y media.

Turismo Frómista

Frómista es una localidad con un fuerte movimiento de turistas, derivados de su patrimonio monumental, su ubicación estratégica en el Camino de Santiago y su situación a la vera del Canal de Castilla. La iglesia de San Martín, ejemplo de primer orden  monumental  románico, construida en el siglo XI y objeto de innumerables  visitas cada año, está flanqueada por dos templos góticos como son San Pedro y Santa María del Castillo. A esta importante suma de recursos turísticos    se unen los museos parroquial, etnográfico y audiovisual de Vestigia, Leyenda del Camino y las esclusas del Canal de Castilla, donde podemos ver el salto más importante de esta ruta acuífera.

El plato típico de la zona es el lechazo en horno de leña que se puede comer en varios locales de la villa. Además los dulces y el queso de la región son dos  de los reclamos que tiene la gastronomia para saborear de ellos en cualquier época del año.

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