Los gangos se ubicaban en parajes a lo largo de la ribera del río Tajo y era un lugar tradicional para lugareños y visitantes

Los gangos y merenderos de Aranjuez, es un elemento muy tradicional en Aranjuez en la Comunidad de Madrid y eran los típicos merenderos locales donde los propietarios de los establecimientos gastronómicos permitían a sus clientes llevar su propia comida, aunque estos a su vez estaban obligados a comprar y consumir la bebida del propio establecimiento, lo que sin lugar a dudas era una experiencia única en Aranjuez en un lugar extraordinario en plena naturaleza. 

Los gangos y merenderos de Aranjuez, en la actualidad han desaparecido muchos de ellos y otros se han convertido en interesantes restaurantes con aspecto parecido a estos merenderos locales y están situados en lugares extraordinarios en la naturaleza ideales para familias con niños. 

Tradicionalmente los gangos y merenderos, eran frecuentados por hortelanos, población local y muchos visitantes a lo largo de la ribera del río Tajo, ubicados en fabulosos parajes los cuales estaban fundamentalmente construidos de madera con gruesos palos con un techo de cañizo, donde a su alrededor había bancos para que los comensales se sentaran a disfrutar de un grandioso día de campo.

Hace años, los gangos para mantener la bebida fresca, se refrigeraban en barreños con unas barras de hielo machacadas, que se ponían encima de las botellas, donde predominaban las llamadas frascas de vino en una práctica local que duró muchos años y se convirtió en una tradición única en Aranjuez.

Los gangos y merenderos de Aranjuez, proceden del año 1886, cuando se construyó el primer gango o kiosco de madera, el cual fue otorgado por la entonces corporación municipal de Aranjuez con el objeto de destinarlo a la venta de comidas y bebidas para los pasajeros. Foto: M.V. en Flickr.

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