Paisaje singular encantado que recuerda a los pliegues largos de las Islas Británicas

La meseta de Nisdafe, es un paisaje realmente muy singular y cobra mucha importancia en la cultura local herreña y para el visitante que se adentra en estos parajes les recuerda más a las Islas Británicas, ya que tiene unos pliegues verdes realmente interminables, lo que es una experiencia única en la Isla de El Hierro.

Para los herreños, un Nisdafe de color esmeralda quiere decir un año de mucha abundancia y que no faltará de nada fundamentalmente con un año en el que el ganado estará muy bien alimentado y que producirán mucha leche.

La puerta de entrada de la meseta de Nisdafe es Ventejís y la llanura se convierte en la auténtica protagonista del lugar, donde el visitante puede descubrir unos bellos campos verdes y amplios muros de piedra con un paisaje realmente singular y atípico en las Islas Canarias.

La presencia del hombre en esta parte de la isla, se limita al precioso pueblo de San Andrés y recobra mucha importancia el valor del agua que no abunda en absoluto en esta isla, pero donde los vientos alisios se topan con el muro que forma la isla dejando miles de litros de agua, en lo que los herreños lo denominan la llamada lluvia horizontal atrapando las copas de los árboles millones de gotas de agua que resbalan hasta el suelo, siendo un verdadero surtidor de agua en esta parte de la Isla de El Hierro.

En el Garoé en la meseta de Nisdafe, hay un enorme til que debido a la red de canales y pozas abasteció durante muchos miles de años a los herreños y ahora existe un árbol que se plantó en el año 1957, ya que el singular árbol que existía desapareció debido a la poderosa acción de los vientos huracanados.

Los habitantes de la isla, han tenido siempre una relación especial con su bella isla, ya que aprovecharon todas las condiciones existentes durante mucho tiempo para sobrevivir, lo que es sin lugar a dudas una gran experiencia local.

La meseta de Nisdafe, es un espacio profundamente transformado por el ser humano de gran belleza con una laberíntica red de senderos, que van en todas las direcciones entre muros de piedra y una interesante muestra popular, lo que es de nuevo otra gran experiencia.